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El ritmo es un elemento primordial para la vida. Desde que nacemos, nuestra existencia está marcada por el ritmo: el latido de nuestro corazón, el pulso de nuestra circulación, los ciclos del tiempo… El ritmo está presente en todos y cada uno de los aspectos de nuestra experiencia vital, si bien es habitual poco a poco perdamos esta conexión básica conforme llenamos nuestra vida con obligaciones y compromisos.
Desde esta perspectiva hemos creado un programa de batería cuya finalidad última es conectar de nuevo con nuestra naturaleza rítmica y aprender a expresarla musicalmente a través de este instrumento, que por sus características, demuestra ser un vehículo ideal para lograr esta meta. Se busca así aprender a disfrutar del ritmo como un elemento fundamental que forma parte de cada uno de nosotros.
Para ello abordamos el estudio de la batería desde una perspectiva individual, basada en los gustos y preferencias de cada alumna o alumno. A partir de esta base construimos un proyecto en el que estudiamos los diferentes elementos propios del lenguaje baterístico, enfocados a lograr un conocimiento integral del instrumento que englobe diferentes áreas como la técnica, la expresividad, la musicalidad, las características y cuidado del instrumento, sus posibilidades, hábitos saludables para la práctica y la interpretación, y técnicas y hábitos de estudio.
Todos estos contenidos se pueden agrupar en tres grandes campos:
● Técnica instrumental: aquí se trabajan todos los contenidos relacionados con el dominio técnico del instrumento: postura, técnica de manos y de pies, rudimentos, lectura, calentamientos, etc. Se diseñará un plan personalizado e individualizado, con una serie de ejercicios para desarrollar la coordinación, control y desarrollo motor necesarios para tocar con soltura y relajación.
● Expresividad: esta área comprende todas las habilidades que permiten traducir las ideas de una manera musical. Se trabajan elementos como la creatividad, el conocimiento del lenguaje propio de la batería, estilos diferentes, creación de fills y breaks, la escucha activa e interactiva o la habilidad de tocar en grupo.
● Técnicas de estudio: desde el principio se dedicará especial interés a crear un hábito de estudio eficaz, basado en el tiempo y medios disponibles por cada alumna o alumno. Diseñaremos una serie de objetivos a corto, medio y largo plazo, y trazaremos un plan para alcanzarlos. Estas técnicas incluyen estrategias mentales, formación de hábitos y creación de un enfoque constructivo y motivador basado en el conocimiento de las propias capacidades.
Durante las clases se empleará material didáctico variado en forma de ejercicios, audiciones, videos, análisis de bateristas, etc. Dependiendo del nivel y trayectoria del alumnado, se contemplará la participación en audiciones públicas promovidas por la propia escuela, incluyendo un concierto al final del curso.
El canto es la disciplina artística en la que en perfecta simbiosis, al igual que en la danza, el instrumento se funde con el intérprete y viceversa. Por esta razón, debemos entender los mecanismos y la orgánica humana, tanto en lo mental, físico y emocional, para intentar tener control sobre éstos, tanto por separado, como de manera conjunta.
La educación vocal parte de la voz hablada, por lo que se puede entender el canto como un desarrollo de la técnica fonatoria hablada a partir de la declamación. Un cantante es un actor que cuenta historias con melodías elaboradas y un actor es el que lo hace con la melodía propia del lenguaje, con sus preguntas y respuestas, ascendentes y descendentes. Con ello, la expresión de las emociones se establece con el registro fonal grave y agudo.
Por ello, debemos comenzar por revisar nuestra emisión hablada, y a partir de aquí, construir ese gran edificio que es nuestro cuerpo: músculos, huesos, tendones y órganos vitales que son el soporte por el que circulará el caudal de aire y energía y que tendrá como objetivo final, el desarrollo de las capacidades de la expresión, emisión y control de la fonación en toda la extensión vocal hablada y cantada de cada intérprete. Esto que aparentemente es obvio y fácil de decir no lo es tanto de resolver. Pero, sin duda, se aprende y aún más, con entusiasmo.
La pedagogía del canto es una especialidad compleja, que requiere método, disciplina y mucha paciencia por parte del docente, al igual que del discente, pero que sin duda, colma de júbilo con el más mínimo logro. Es un trabajo de comprensión e interiorización.
El canto coral, a diferencia del individual o solista, enriquece de una manera diferente, puesto que es más solidario y corporativo, donde el grupo crece de manera uniforme, llegando a conformar un soporte emocional y compromiso de cada uno de los integrantes, como una máquina, que optimiza sus energías en la misma dirección. No hay individualismo, ni intereses propios... Fomenta los valores individuales y colectivos, mejora las relaciones interpersonales y por supuesto, la motivación, la empatía, la concentración, la inteligencia, la sensibilidad y por ende, la felicidad.
Por todas estas razones y mucha más, cantar está considerado, como la disciplina primordial en la formación del aprendizaje, mejorando la cognición del lenguaje, la inteligencia emocional y el desarrollo intelectual en los primeros años de un niño y también en adultos para igualmente crear y generar hábitos saludables y beneficiosos para la salud física y mental.
Cantar solo o acompañado = Crecimiento, Desarrollo y Felicidad.
Destinado a niños y niñas con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años. La experiencia musical se enriquece y se fortalece con el desarrollo de sus capacidades cognitivas. De una manera natural conseguimos que usen los códigos de un lenguaje sumamente complejo a través de sus necesidades. Aprenden a escribir y leer lo que cantan y lo que tocan introduciendo los elementos necesarios a su desarrollo. El lenguaje es un medio para fijar la sesión que siempre tiene un marco musical en forma de canción o de instrumentación.
Destinada a niñas y niños con edades comprendidas entre los 4 y los 6 años. En ella se trata de despertar su creatividad y sensibilidad musical con actividades lúdicas que les hagan comprender un lenguaje diferente de códigos sensitivos y corporales. La experimentación, la teatralidad, la melodía y el ritmo adquieren categoría artística y les ayudan a desarrollar su personalidad, su proyección ante los demás y su percepción del mundo que les rodea.